“Uno de los puntos iniciales que tiene esto es la incógnita sobre el desempeño que puedan tener los candidatos”, dijo el director de Factum.
El politólogo Eduardo Bottinelli, director de la consultora Factum, brindó este miércoles su perspectiva sobre la incidencia que puede tener en la campaña el debate televisivo que protagonizarán el próximo domingo el frenteamplista Yamandú Orsi y el nacionalista Álvaro Delgado.
Bottinelli valoró que el impacto de los debates en las campañas “tiende a ser bajo” en términos de votos que gana o pierde un candidato, aunque sí puede influir “en reforzar la imagen” de un presidenciable. Por tanto, se trata de “un insumo más” en el marco de una campaña, que “no es absolutamente definitivo”, según explicó en una columna en MVD Noticias de TV Ciudad, .
De todos modos, el director de Factum señaló algunos aspectos a tener en cuenta sobre lo que puede ocurrir en el mano a mano, y también caracterizó al público que suele seguir este tipo de eventos.
El formato
Bottinelli dijo que uno de los puntos a considerar es que no existen antecedentes de ninguno de los dos presidenciables en este formato de debate.
“Uno de los puntos iniciales que tiene esto es la incógnita sobre el desempeño que puedan tener [los candidatos], porque no los conocemos en el formato. Un formato que es estructurado, todo lo que se le quiera buscar, pero que en definitiva supone estar proponiendo y respondiendo en las distintas instancias”, sostuvo en la columna que realizó en TV Ciudad.
“Pero tenemos también otra cuestión, que se pone arriba de la mesa, y es que son dos figuras que no tienen gran experiencia en términos de debate”, agregó, en alusión a la formación de los presidenciables y su trayectoria política.
Como segundo punto, señaló, tanto por el formato, como por la coyuntura política, “no es esperable que haya rispideces importantes desde el punto de vista personal”, aunque “quizás sí desde lo político”.
Sobre por qué “es probable que no se dé” la confrontación personal, Bottinelli enumeró dos razones. Una es que en este momento se apunta a un electorado “menos fanático”. Y, por otro lado, según remarcó, las características personales tanto de Orsi como de Delgado no están vinculadas a este tipo de choques.
“El debate va más por la idea de que se van a poner temas arriba de la mesa que no han estado tan presentes en esta campaña electoral”, señaló al remarcar que los ejes temáticos como economía, educación o empleo han quedado relegados ante otras discusiones, como la seguridad social.
El director de Factum también analizó el posible público del debate. Según dijo, es probable que la mayor parte de televidentes sean personas con interés en política, por lo que en general estos ciudadanos no son indecisos, sino que ya tienen su voto definido.
“Estamos ante un público que mayoritariamente ya está decidido con lo que vota. Entonces, la función inicial del debate es la de reafirmación, más que la de conquistar los indecisos o indefinidos, que son menos politizadas. Y a ese público no se llega directamente a través de la hora y media que pueda durar el debate, sino que puede generar atención algún intercambio corto de posiciones que pueda producir un interés particular”, explicó.
Otra posibilidad, dijo, es que se atraiga la atención a través de alguna propuesta “disruptiva”.