Bangladesh: Incertidumbre política y acefalía tras la caída del régimen autoritario de Sheikh Hasina

En un giro dramático de los acontecimientos, la primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, ha sido derrocada y se ha exiliado en India tras semanas de intensas protestas. Las manifestaciones comenzaron en junio, impulsadas por estudiantes que exigían la eliminación de un controvertido sistema de cuotas en los empleos gubernamentales. Sin embargo, rápidamente se transformaron en un levantamiento nacional contra el gobierno autoritario de Hasina, que había estado en el poder durante 15 años.

El descontento popular se debió a la percepción generalizada de fraude electoral, corrupción, mala gestión económica y, principalmente, un régimen cada vez más autoritario. Los manifestantes acusaron al gobierno de reprimir las libertades civiles y de cometer abusos contra los derechos humanos. La situación se intensificó cuando las fuerzas de seguridad no pudieron contener las protestas, resultando en enfrentamientos violentos que dejaron cientos de muertos.

En medio del caos, el ejército de Bangladesh intervino y anunció la formación de un gobierno interino. El general Waker-uz-Zaman, jefe del ejército, declaró en un discurso televisado que la violencia debía cesar y que el ejército había iniciado conversaciones con partidos de oposición y miembros de la sociedad civil para formar un gobierno de transición.

No obstante, la aceptación de este gobierno interino por parte de los manifestantes sigue siendo incierta. Los líderes estudiantiles han exigido representación en el nuevo gobierno y han advertido que no aceptarán ninguna administración sin su participación. Además, abogados y activistas de derechos humanos han expresado su preocupación sobre la falta de un plan concreto por parte del ejército y han subrayado la necesidad de un gobierno civil. Incluso hay temores por la posibilidad de la irrupción de espacios políticos y militares fundamentalistas.