El muro del Báltico: la ultraderecha crece en Europa, pero fracasa en los países nórdicos

Resultados de Noruega, Suecia y Finlandia en las elecciones europeas mostraron una sustancial diferencia respecto al resto del continente.

La ultraderecha pinchó en los países nórdicos, donde los partidos de izquierda y ecolo­gistas rompieron la tendencia en el resto de Europa y se anotaron victorias en las elecciones europeas del domingo.

En Suecia, en cuanto a número de votos, los socialdemócratas ganaron las elecciones, con cerca del 25%, aunque la sorpresa la dieron los Verdes, que con el 13,8% quedaron terceros, delante del partido ultraderechista Demócratas de Suecia, que cayó hasta 13,2%, un 2,1% menos que en el 2019.

En cuanto a diputados, las formaciones que integran a los Populares Europeos empatan con los socialdemócratas con cinco diputados, seguidos de los Verdes, CRE y Renew Europe, con tres.

Es la primera vez que el partido xenófobo, que actualmente da apoyo al Gobierno, registra pérdidas en unas elecciones desde que entró en el Parlamento sueco en el 2010. El resultado también constituye un revés para Demócratas de Suecia, que confiaba en avanzar al partido de los Moderados del primer ministro, Ulf Kristersson.

“No hemos podido hablar de cómo mejorar Europa, hemos tenido que responder a preguntas completamente distintas”, dijo el líder del partido, Jimmie Akesson, en referencia a un escándalo sobre una supuesta fábrica de trols. Según una investigación periodística local, Demócratas de Suecia utilizó una veintena de cuentas anónimas en redes sociales para atacar a políticos de la oposición y también del Gobierno al que da apoyo.

En Finlandia, el partido Alianza de la ­Izquierda logró el 17,3% de votos y se convirtió inesperadamente en la segunda fuerza. “Nunca hubiera podido imaginar unas cifras así”, declaró Li Andersson, de 37 años, la líder del partido. Su fuerza política quedó por detrás de Coalición Nacional, el partido del primer ministro, el conservador Petteri Orpo, con cerca del 25% del voto.

El ultraderechista Partido de los Finlandeses, que forma parte del Gobierno de coalición desde junio, obtuvo un 7,6% de los votos, lo que supone una caída del 6,2% respecto al 2019.

En Dinamarca, con un paisaje político muy fragmentado, la suma de los tres partidos liberales que integran el grupo político de Renew Europe (Venstre, Radikale Venstre y Moderaterne) les otorgó la victoria con cuatro escaños. Por delante de Izquierda Verde, formación liderada por Kira Marie Peter-Hansen, de 26 años, y que al inicio del conteo daba la sorpresa y parecía ganar los comicios pero acabó con tres escaños, empatando con el Partido Socialdemócrata, de la primera ministra, Mette Frederiksen, quien fue agredida el viernes en el centro de Copenhague por un ciudadano polaco.