Yamandú Orsi destaca la creciente sensación de inseguridad en Uruguay, donde el miedo a caminar por las calles y el aumento de delitos generan preocupación. Critica la respuesta gubernamental, señalando un incremento en la población carcelaria femenina y la influencia del narcotráfico.
El líder opositor, Yamandú Orsi, ha puesto de relieve una realidad alarmante que atraviesa la sociedad uruguaya: la sensación de inseguridad que se ha arraigado en la vida cotidiana de sus ciudadanos. En un país donde el miedo se ha convertido en un modo de vida, las preocupaciones sobre la seguridad son omnipresentes y afectan tanto a adultos como a niños.
Orsi destaca que el miedo a caminar por las calles es una experiencia común para muchos uruguayos, una sombra que oscurece la vida diaria. Ya no es solo el temor a ser víctima de un delito, sino también el miedo por el futuro de sus hijos y de las generaciones venideras.
Los datos respaldan estas preocupaciones. En los últimos seis meses, el país experimentó un dramático aumento en los índices delictivos, lo que ha generado una sensación generalizada de inseguridad en la población.
Un ejemplo preocupante es el aumento significativo en la población femenina encarcelada, con un incremento del 74% en mujeres encarceladas por delitos relacionados con el microtráfico de drogas. Este fenómeno destaca la creciente influencia del narcotráfico y el flagelo que representa para la sociedad.
La respuesta del gobierno ante esta situación no logró mitigar el miedo que se apodera del país. A pesar de endurecer las penas y ampliar las cárceles, la sensación de inseguridad persiste y, lo que es peor, el poder del narcotráfico parece tener una relación privilegiada con las esferas de poder. Esta realidad plantea interrogantes sobre la efectividad de las políticas actuales y sus repercusiones en la seguridad ciudadana.