Entre el faltazo de los dirigentes en el lanzamiento de Lima, las presiones sobre Bergara y la denuncia contra Orsi, los precandidatos de la coalición de izquierda tendrán una nueva foto.
El Frente Amplio ya está totalmente en campaña para las elecciones presidenciales que tendrán lugar en octubre en Uruguay, con sus cuatro precandidatos lanzados oficialmente en sus respectivas campañas; pero, antes, deberá superar las internas del partido que se llevarán a cabo en junio. En este contexto, las rispideces no faltan, así como el intento de, a pesar de todo, mostrar unidad en la coalición de izquierda.
Desde esta tarde, el Frente Amplio celebrará con un acto en el Palacio Legislativo los 53 años desde el primer gran acto que tuvo la coalición de izquierda como tal. El objetivo será mostrar no solo una gran convocatoria —que se traduzca en caudal de votos—, sino también la unidad de los precandidatos y dirigentes en un momento atravesado por varias cuestiones que tensan el espacio político en un clima de campaña que, antes de enfrentarlos al oficialismo, los hace competidores entre ellos.
En este contexto, llama la atención el cierre del acto que, a diferencia de otras ocasiones, no tiene una agenda de discurso previamente estructurada, al menos para el público. Luego de ver el amistoso de la Selección contra Costa de Marfil en pantalla gigante en la Plazuela Francisco Araucho, desde las 16.30; y del show de La Ventolera, desde las 18.30, los cuatro precandidatos y el presidente del Frente, Fernando Pereira, hablarán como es habitual. Sin embargo, el orden, generalmente cerrado por Yamandú Orsi y Carolina Cosse —quienes están mejor posicionados en la interna según todas las encuestas, en una elección fuertemente polarizada— pareciera distinto: el anuncio pone a Mario Bergara al frente, seguido por Orsi y Cosse, para cerrar con Andrés Lima y Pereira.
El orden en la comunicación no parece ser menor ni casual, sino un intento de tratar de contentar a los candidatos menores del Frente Amplio de cara a una campaña que, claramente, será desfavorable para ellos dada la polarización entre el exintendente de Canelones y la intendenta en uso de licencia de Montevideo. Un escenario que el mismo senador Bergara reconoció públicamente no solo como una realidad, sino como una desventaja para los otros precandidatos.